lunes, 6 de agosto de 2012

Actitudes. Valores. Prejuicios y Estereotipos


Definiciones Básicas
  • Actitud: Faris la define como “Predisposición o una  inclinación a favor o en contra de objetos, personas o situaciones”
  • Actitud: Según Krech “son un sistema más o menos duradero de valoraciones tendente a actuar en pro o en contra con respecto a un objeto social”.
  • Valor: Rokeach la define como “una creencia relativamente permanente de que un modo de conducta particular o que un estado de existencia es personal y socialmente preferible a modos alternos de conducta o estados de existencia”
  • Valor: Es situado en el orden ideal y no en el de los objetos concretos o acontecimientos. Su adhesión proviene de una mezcla de razonamiento e intuición espontánea y directa, donde la afectividad juega un papel importante.  
  • Prejuicio: Es algo no innato, basado en el lenguaje aprendido en la vida social.
  • Prejuicio: Actitud negativa hacia un grupo social o hacia una persona percibida como miembro de ese grupo.
  • Estereotipos: Son aquellos que representan el componente cognitivo del prejuicio.
  • Estereotipos: Característica asociada a una categoría cognitiva, usado por los perceptores para procesar información sobre el grupo o algún miembro del mismo.
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Papel de los Elementos Precedentes en la Dinámica Social
     Nuestra vida está reglada por normas, valores, estereotipos y conforme a ello son nuestras actitudes. Desde pequeños aprendemos a través de los juegos a establecer pautas de conducta, con lo cual vamos creciendo y sin darnos cuenta comenzamos a tener actitudes casi de manera automática ante unos u otros eventos.
     Es así como estas normas determinan nuestra percepción de la realidad social, comenzamos a hacer caracterizaciones grupales que dan sentido y funcionalidad a determinadas pautas normativas que rigen y organizan el comportamiento de quienes la comparten.
     De igual manera, los mecanismos que explican la percepción social permiten aclarar la aparición de los estereotipos y efectos de discriminación con lo cual se producen cambios en el comportamiento o actitud.
     Por lo tanto, la actitud viene a representar el modo de respuesta que damos ante ciertos eventos que pasan por nuestra vida; puede ser positiva o negativa, lo cual dependerá  de la decisión que se tome, no en vano dicen actitud es decisión, decidimos si será positiva o negativa, por lo tanto nuestra actitud depende de nosotros, de cómo queremos mostrarnos, cuánto podemos hacer, tener o dar.
     Un ejemplo de actitud en las organizaciones se demuestra cuando nos encontramos frente a cambios en metodologías de trabajo, donde se suele por naturaleza ser resistente al cambio, no obstante el secreto está en la actitud que se adopte, a través de la cual nos permitamos dar el paso para que dicho cambio nos provea de nuevas experiencias, asumiendo de este modo una actitud positiva, con lo cual dicho cambio pueda darse de manera más fluida.
     Igualmente, cabe reseñar el  famoso ejemplo del vaso medio lleno, donde habrá quienes lo vean medio vacío, con lo cual se evidencia una vez más, que la actitud es cuestión de decisión, de cómo vemos y enfrentamos la vida.
    No obstante, pese a que generalmente conocemos estos detalles, seguimos con la fijación de estereotipos por lo general de carácter negativo, continuamos creándolos en sociedad de forma directa y de manera indirecta los crean también  los medios de comunicación.
     Promovemos tantos  estereotipos negativos, con los cuales identificamos a grupos percibidos como problemáticos, como por ejemplo, en la vida cotidiana se suele etiquetar a las suegras de entrometida, así también en el ámbito laboral, se etiqueta al delegado sindical de revoltoso, a los funcionarios públicos de flojos e incompetentes, ante lo cual,  aparte de identificar un estereotipo negativo, implicamos un juicio de valor o crítica, que suele dar paso a un problema, por considerar tales grupos como una amenaza a los valores y estilo de vida del grupo predominante en la sociedad. Es así como utilizamos los estereotipos como un medio para justificar nuestra actitud.
 Componentes Estructurales de las Actitudes
Componente cognoscitivo o perceptivo: Tiene que ver con las convicciones, creencias, conocimientos que se tenga respecto al objeto de la actitud, donde se abre el aspecto valorativo para atribuir ciertas cualidades al objeto.
Componente afectivo o sentimental: Lleva hacia las emociones que se vinculan con el objeto, donde tal carga emotiva tilda el carácter duradero, estimulante o motivado de la actitud, comprendiendo así el sentimiento de agrado, desagrado, a favor o en contra del objeto de la actitud.
Componente conductual, comportamental o reactivo: Tiene que ver con la intencionalidad respecto al objeto, es decir, enmarca las predisposiciones, positivas o negativas para con un objeto determinado, donde de ser positiva de estará dispuesto a brindar ayuda, caso contrario, al tener una actitud negativa, la tendencia es hacia la destrucción del objeto.
 Formación y Cambio de las Actitudes
     Según Krech, la formación de actitudes se encuentra determinada conforme a tres factores, siendo estos: Necesidad personal, pertenencia a grupos y rasgos de personalidad.
     Según esto las actitudes, de acuerdo a las necesidades personales, se van formando a lo largo del proceso de la satisfacción de necesidades,  ante lo cual podrán ser positivas o negativas respecto a las personas u objetos que las satisfagan.
     Por otra parte, en cuanto a la pertenencia a los grupos, entra en juego las valoraciones sobre las actitudes de los demás miembros del grupo al que se pertenece. 
   Y por último, respecto a los rasgos de la personalidad, emergerá actitudes trascendentales en el individuo o su yo interno, que marcará su diferencia ante los demás.
     De igual manera se debe destacar que dentro de otro enfoque las actitudes pueden ser aprendidas mediante la información que se recibe y que pueden aflorar nuestras ideas y sentimientos; a través del grupo con el cual nos identificamos, los cuales ejercerán influencia según el grado de interacción y aceptación; mediante las necesidades personales, donde la persona tienen una convicción respecto a que lo que le beneficia es bueno, en tanto que lo malo lo perjudica y por último la personalidad del sujeto, las cuales es claro, varían entre uno y otro.
     En cuanto a los cambios de actitudes, estás surgen cuando las condiciones originarias de las mismas se modifican y desde el punto de vista conductista se examina la importancia de los factores del entorno que la afectan y desde el punto de vista cognitivo, se presta atención a los procesos mentales que intervienen en dicho cambio.
     La presencia de la presión social que pueden ejercer los grupos, tienden a emerger la presencia del fenómeno del conformismo, con lo cual se dan notables cambios de actitud en el individuo que se somete a sus dictados y el hecho radica en el temor a la aprobación o no del grupo o simplemente al deseo de tener ciertas características o cualidades  que estos mantienen, toda vez que las influencias mayoritarias son procesos que mantienen un orden social y el statu quo.

lunes, 23 de mayo de 2011

Funcionamiento laboral antes y durante la Revolución Bolivariana


Entrado el año 1999, podría decirse que se da un giro a la historia, por cuanto, los militares quienes no ejercían poder desde los años 50, comienzan a tener protagonismo en el ámbito político nuevamente con un amplio apoyo, consecuencia del descontento que existía entre el pueblo venezolano, por el grado de descomposición y exclusión alcanzado durante los últimos veinte años.

Todo ello, trajo una serie de cambios en cuanto al funcionamiento laboral, ya que se comenzó a experimentar modificaciones en los instrumentos normativos (Por la redacción de la Nueva Constitución) y  surgió en el ámbito sindical, una nueva central, promovida por el gobierno, llamada Unión Nacional de Trabajadores, la cual viene a ser contraparte de la CTV, por la pérdida de credibilidad manifiesta de ésta última ante el gobierno.  

Es de hacer notar, que efectivamente, se ha dado una proliferación de movimientos sindicales, los cuales en el fondo lo que hacen es fraccionar la fuerza laboral, por cuanto si en una organización existía un sindicato para luchar por las conquistas del colectivo, al emerger sindicatos paralelos, por supuesto cada uno a su manera, mantendrán luchas que en algunos casos, terminan por perjudicar más que ayudar, todo ello también producto de la falta de organización y preparación que pueda presentarse.

Publicado por Hector Lucena. Domingo 14 de marzo de 2010.